El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este lunes que fue una “estupidez inmensa” la ausencia de su homólogo argentino, Javier Milei, en la cumbre del Mercosur en Asunción, en declaraciones citadas por medios brasileños.
El mandatario afirmó: “Es una estupidez inmensa que un presidente de un país importante como Argentina no participe en una reunión con el Mercosur. Es triste para Argentina”, pero agregó que los países miembros del bloque están trabajando para “fortalecer” el Mercosur “con Argentina” y que la ausencia de Milei “no obstaculiza” si el país está presente de otra manera en la reunión, en la que sí participó la canciller argentina, Diana Mondino.
“Quien pierde no compareciendo es quien no viene”, añadió el brasileño, quien aseguró “aprender” cosas en reuniones de este tipo. Además, Lula criticó la participación del argentino en un encuentro de la organizado por la familia del expresidente Jair Bolsonaro el pasado fin de semana en el sur de Brasil y en el que Milei cargó contra el socialismo, pero evitó mencionar explícitamente al brasileño.
“No se debe perder tiempo haciendo una cosa de extrema derecha tan desagradable, antipueblo, antidemocrática”, señaló.
Milei canceló su ida a la cita de Asunción, en la que participaron todos los líderes de los países miembros excepto él, después de que Lula manifestara que espera una disculpa del argentino por los insultos que profirió durante la campaña electoral, en la que lo tachó de “corrupto” y de “comunista”.
Lejos de disculparse, el argentino dijo que no se iba a retractar porque, según él, se había limitado a decir la verdad.
CRÍTICA AL NACIONALISMO AISLACIONISTA Y AL ULTRALIBERALISMO
El presidente brasileño criticó durante la cumbre del Mercosur en Paraguay lo que denominó como “nacionalismo aislacionista y anticuado”. En un mundo globalizado, subrayó que no tiene sentido recurrir a este tipo de nacionalismo ni tampoco revivir experimentos ultraliberales que solo han agravado las desigualdades en nuestra región. Esta es su decimonovena cumbre del Mercosur como jefe de Estado, donde afirmó que nunca antes se han enfrentado tantos desafíos tanto a nivel regional como global.
“En un contexto de creciente competencia geoestratégica, la pregunta es si nuestros países están dispuestos a integrarse en el mundo juntos o de manera individual. Desde mi perspectiva, no existe ninguna contradicción entre participar en la economía global y cooperar estrechamente con nuestros vecinos. Mi compromiso con el Mercosur como plataforma para la integración internacional y el desarrollo de Brasil sigue siendo firme. Este bloque representa un proyecto ambicioso que ha generado numerosos beneficios desde su establecimiento”, afirmó Lula.
El mandatario destacó que el comercio entre los países de la región ha aumentado diez veces en los últimos años, alcanzando actualmente los 49.000 millones de dólares. “Debemos pensar a lo grande, tal como nuestros predecesores se atrevieron a hacer en esta capital hace 33 años. El futuro del Mercosur dependerá de nuestras acciones. No debemos reducirlo con propuestas simplistas que debiliten su estructura institucional. Nuestros esfuerzos por actualizarlo deben avanzar en otra dirección”.
