A un año de la sanción de la Ley N.º 11.162, el Régimen de Incentivo a las Nuevas Inversiones (RINI) ya moviliza 150 millones de dólares en Entre Ríos. El secretario de Industria, Catriel Tonutti, destacó que el programa, impulsado por la gestión de Rogelio Frigerio, “es la herramienta más poderosa para fomentar el empleo y la competitividad empresarial”.
A un año de la sanción de la Ley N° 11.162, que creó el Régimen de Incentivo a las Nuevas Inversiones (RINI), el Gobierno de Entre Ríos celebra resultados concretos.
El secretario de Industria, Comercio y Minería, Catriel Tonutti, declaró que el volumen de inversiones impulsado por la ley ya asciende a 150 millones de dólares, y proyectó que la cifra podría alcanzar los 200 millones antes de fin de 2025.
“El RINI es la herramienta más poderosa que tiene el gobierno para fomentar las inversiones y generar nuevos empleos”, expresó Tonutti en diálogo con Radio Diputados. El funcionario destacó que la medida tuvo una gran aceptación del sector privado, que “necesitaba invertir y ganar competitividad” frente a los desafíos del contexto internacional.
Una política que incentiva la producción y el empleo
El régimen, sancionado en noviembre de 2024 y reglamentado a inicios de este año, otorga exenciones impositivas y beneficios crediticios a las empresas que se sumen.
“Funciona como un disparador de inversión. Congela la base imponible del impuesto a los Ingresos Brutos por 15 años, otorgando exenciones sobre el excedente generado”, explicó el funcionario. Además, las firmas adheridas acceden prioritariamente al Fondo de Garantías Entre Ríos (FOGAER), que facilita el financiamiento para nuevas inversiones.
Resultados y perspectivas
Según Tonutti, el régimen comenzó con unos 20 millones de dólares en inversiones, y hoy esa cifra se multiplicó por más de siete. “Superamos ampliamente el objetivo inicial. La aceptación del sector privado demuestra que el RINI se transformó en una bandera de la gestión del gobernador Rogelio Frigerio”, afirmó.
El Régimen RINI se consolida así como una política de desarrollo productivo estructural, orientada a fortalecer el entramado industrial entrerriano, diversificar su matriz económica y generar empleo genuino en la provincia.
