El presidente de Uruguay, Yamandú Orsi, tras participar en el acto del Día Internacional de los Trabajadores, descartó la implementación de un impuesto a las ganancias empresariales y expresó escepticismo sobre la viabilidad de reducir la jornada laboral, argumentando que la economía nacional no soporta nuevos tributos y que cualquier medida debe considerar la productividad.
El mandatario, quien asistió al evento junto a la vicepresidenta Carolina Cosse y otros miembros del gabinete, destacó la importancia de administrar las tensiones y los diferentes puntos de vista, mientras que el secretario de la Presidencia, Alejandro Sánchez, resaltó el papel del movimiento sindical en la construcción y defensa de la democracia.
El presidente de la República, Yamandú Orsi, tras participar en el acto del Pit-Cnt por el Día Internacional de los Trabajadores, afirmó que tomó nota de los planteos realizados por los sindicalistas, con los que aseguró coincidir en muchos puntos, aunque reconoció tener «matices» en otros.
Orsi admitió que algunas de las propuestas presentadas por los trabajadores le parecieron «muy jugadas» y aseguró que recibirán una «devolución» por parte del gobierno.
Consultado específicamente sobre la propuesta de un impuesto a las ganancias empresariales para financiar la seguridad social, el presidente señaló que es un tema que se «lleva para analizar». «Por supuesto no está en nuestro planteo, pero tenés que tomar nota», afirmó, aclarando que no tiene intención de aceptar todas las demandas. «La situación del país y la economía nacional no soporta nuevos tributos», sentenció.
En cuanto a la iniciativa de reducir la jornada laboral, Orsi expresó que lo ve «difícil». «Si yo te digo que sí es factible o no es una respuesta muy fácil, pero que no tiene mucho sustento; hay que analizar», manifestó.
El presidente detalló que la reducción de la jornada laboral «es lo deseable», pero insistió en que «no se puede lesionar la productividad o no afectar la economía en su conjunto» como consecuencia de aplicar esta medida.
Las declaraciones de Orsi marcan una postura cautelosa del gobierno ante las demandas sindicales, priorizando la estabilidad económica del país frente a la implementación de nuevas medidas.
