Mercosur

UE valida acuerdo con MERCOSUR: avances y desafíos de la integración regional

Tras 25 años de negociaciones, la Comisión Europea inicia el proceso de ratificación del acuerdo comercial con el MERCOSUR. La medida genera expectativas de crecimiento económico y abre nuevas oportunidades de integración regional, aunque persisten tensiones por estándares agrícolas y seguridad en rutas estratégicas.

La Comisión Europea (CE) dio un paso decisivo al validar el acuerdo comercial con el MERCOSUR, iniciando formalmente su ratificación. El acuerdo, largamente esperado y considerado estratégico para ambas partes, busca crear un mercado integrado de más de 700 millones de consumidores, impulsar las exportaciones europeas de bienes industriales y agroalimentarios, y facilitar la entrada de productos agrícolas del MERCOSUR en la UE.

Para acelerar la ratificación, la CE propuso una estructura dual: la parte comercial, que podría entrar en vigor de manera provisional con mayoría simple en el Parlamento Europeo, y la parte política, que requiere aprobación de los parlamentos nacionales. Esta decisión se produce en un contexto geopolítico marcado por tensiones comerciales con Estados Unidos y la necesidad de diversificar alianzas frente a la creciente influencia de China.

Para proteger la agricultura europea, la CE implementó salvaguardias sólidas y jurídicamente vinculantes, dirigidas a sectores sensibles como carne de vacuno, aves, azúcar, arroz, miel y soja. Entre otras medidas, se prevé supervisar importaciones cada seis meses y activar mecanismos de corrección rápida si los precios o volúmenes afectan a los productores europeos. A pesar de ello, organizaciones agrarias de Francia, España y la UE cuestionan la eficacia de estas protecciones.

Los beneficios económicos proyectados incluyen un ahorro arancelario superior a 4.000 millones de euros para exportadores europeos y un incremento del 39% en exportaciones de bienes europeos al MERCOSUR. Por su parte, los países sudamericanos proyectan un acceso privilegiado al mercado europeo, con tarifas reducidas o nulas en productos agroindustriales estratégicos, incluyendo carne bovina, aves y azúcar. Brasil estima un aumento cercano a 7.000 millones de dólares en exportaciones a corto plazo y un impacto positivo de 37.000 millones de reales sobre el PIB hasta 2044.

En cuanto a posiciones de los Estados miembros, Alemania y España han impulsado activamente el acuerdo, mientras Francia y Polonia mantienen reticencias debido al impacto en su producción agrícola. Italia observa con cautela la aplicación de salvaguardias, y organizaciones agrarias europeas advierten sobre riesgos para sectores sensibles. Los países del MERCOSUR, incluidos Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, celebran la iniciativa como una oportunidad estratégica para diversificar mercados y fortalecer el comercio internacional.

Paralelamente, el MERCOSUR continúa su integración regional. Se espera la firma del acuerdo MERCOSUR-EFTA con Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza, y la incorporación de Panamá como Estado asociado, ampliando la proyección comercial y de inversiones del bloque. Sin embargo, persisten desafíos internos, como la lucha contra el narcotráfico en la Hidrovía Paraná-Paraguay, ruta clave para el comercio fluvial que conecta con puertos internacionales, y que exige cooperación binacional entre Uruguay y Paraguay.

Conclusión

La ratificación del acuerdo UE-MERCOSUR representa un momento histórico para la integración económica y comercial de ambas regiones. Si bien se establecen medidas para proteger la agricultura europea y avanzar en la cooperación regional, la efectividad de estas acciones y la resolución de desafíos internos serán decisivas. Los próximos meses definirán no solo la consolidación del comercio, sino también la posición geopolítica del MERCOSUR y de la Unión Europea en un contexto global en transformación.

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