Las instalaciones renovadas del Museo Nacional de Historia Natural de Uruguay permitirán la adecuada conservación, gestión, investigación y desarrollo de las colecciones científicas sobre malacología, ictiología y zoología de invertebrados. Las autoridades recorrieron los espacios para las colecciones, los laboratorios y los gabinetes de investigación. Faltan solo el mobiliario y la instalación posterior de los materiales.
La recorrida del miércoles 19 fue encabezada por la ministra interina de Educación y Cultura, Edith Moraes, y el director nacional de Cultura, Sergio Mautone, acompañados del director del Museo Nacional de Historia Natural, Javier González. Todos destacaron la importancia de contar con este espacio de conservación y exposición de piezas vinculadas principalmente a especies acuáticas, ahora ampliado.
Si bien este acervo aún no fue instalado porque falta que llegue el mobiliario para alojarlo, en la recorrida se pudo apreciar los espacios físicos terminados, tanto para la colección como las áreas de laboratorios y gabinetes de investigación. Esta estructura será replicada a futuro en todas las colecciones científicas del museo.
Además, el lugar cuenta con un área polifuncional, que compartirán el museo y el Espacio de Arte Contemporáneo (EAC), ubicado en el mismo predio, en la calle Miguelete de Montevideo, donde funcionó una cárcel. Mautone recordó que, a pesar de que este museo tiene 182 años de vida, recién hace dos que cuenta con sede propia.
El jerarca agregó que los laboratorios, que son de primer nivel, profundizan el trabajo de investigación de los últimos años, tras una inversión superior a los 40 millones de pesos. Otros 3,5 millones de pesos se destinaron a la adquisición de mobiliario. Además, ya se transfirieron 20 millones de pesos al Ministerio de Transporte y Obras Públicas para habilitar el reciclaje del ala oeste del panóptico de la vieja cárcel, la etapa que sigue.
“Este es un museo de gran prestigio en la región y a nivel internacional. Es uno de los más antiguos, incluso más antiguo que el Museo de Historia Natural de Nueva York. Cuenta con un número de piezas importante y una biblioteca de más de 200.000 volúmenes a instalarse en próximas etapas. Este es uno de los sueños que vamos cumpliendo, paso a paso”, indicó.
Moraes insistió en la importancia de que estas obras continúen a futuro. “Es un proceso, estamos en la segunda etapa, quedan dos más, requiere que se siga trabajando”, recalcó. “Es un museo con mucha dinámica, que debe cultivarse como un espacio educativo de circulación de conocimiento y de formación ciudadana. Aquí hay bienes puestos a disposición de todos”, concluyó.
