El 7 de julio es el día nacional de la Conservación del Suelo, y en ese marco, el Ministerio de Producción, a través de la Dirección de Recursos Naturales disertará conjuntamente con INTA Paraná y la Facultad de Ciencias Agropecuarias, en la Jornada Nacional de Suelos.
Entre Ríos tiene aproximadamente cuatro millones de hectáreas de suelo erosionadas. A pesar que desde hace más de 50 años, entidades públicas e intermedias vienen incentivando la utilización de técnicas que fomenten su conservación, se continúa trabajando para crear una cultura de preservación no sólo del suelo sino de todo los recursos utilizados en la labor agropecuaria.
Cada 7 de julio se conmemora el Día Nacional del Suelo, en memoria de Hugh Hammond Bennet, investigador estadounidense, que velaba por la integridad del recurso natural suelo, de vital importancia para la producción agropecuaria. Bennet enseñaba que “la conservación del suelo y las buenas prácticas sobre el mismo deben enraizar en las mentes y corazones de los productores, técnicos, empresas del sector agrario y la clase política antes de ser aplicados a la tierra”.
En el marco de esta fecha, el Ministerio de Producción, a través de la Dirección de Recursos Naturales disertará conjuntamente con INTA Paraná y la Facultad de Ciencias Agropecuarias, en la Jornada Nacional de Suelos, organizada por la Asociación Argentina de Conservación de Suelos.
Además, técnicos y especialistas en la materia, disertarán el 21 de julio en la sexta jornada de Conservación de Suelos de la provincia de Córdoba, donde se expondrá sobre los 50 años de la conservación de suelos de Entre Ríos y sus desafíos.
Situación actual
En nuestra provincia el suelo como recurso natural está en peligro. Y si bien desde hace más de 50 años se viene trabajando -desde áreas públicas y privadas- para fomentar la conservación del suelo con técnicas que promuevan su cuidado, “hay que redoblar la apuesta y generar una cultura de preservación no sólo del suelo sino del ambiente en general”, indicó el secretario de Agricultura y Ganadería, Lucio Amavet.
El Ministerio de Producción a través de la Secretaría de Agricultura y Ganadería,“está diseñando un Programa de Productor Agropecuario Sustentable Entrerriano (PASE), mediante un proceso participativo y transversal e interinstitucional que beneficiará a aquellos productores que trabajen la tierra de modo responsable: principalmente aplicando buenas prácticas de conservación”, señaló Amavet.
Por su parte, el director de Recursos Naturales, Mariano Farall, sostuvo que “en los últimos 20 años bajaron considerablemente los nutrientes y la materia orgánica de lotes agrícolas y ganaderos y esto continuará de modo progresivo si no se toma conciencia del daño generado”.
Y agregó: “De no cambiar esta situación a un modelo sustentable, llegará el día en que muchas parcelas deberán ser abandonadas por improductivas y antieconómicas”.
Una reciente evaluación de INTA-Facultad de Ciencias Agropecuarias marca que la erosión hídrica sigue siendo el principal problema de degradación de los suelos en la provincia de Entre Ríos. Aproximadamente cuatro millones de hectáreas se encuentran erosionadas.
“Las zonas que sufren menos la erosión del suelo en nuestra provincia son justamente los lugares bajos donde se encuentran los cursos de agua de la zona deltaica, donde el problema es el drenaje imperfecto. Otro lugar que preserva los suelos es el espinal del norte entrerriano dado que la cobertura vegetal de los bosques nativos, protegen a los diversos suelos que son naturalmente erosionables por características topográficas y morfológicas”.
Fomento de buenas prácticas de conservación
Según Farall, “el aliciente es que la provincia tiene 600 mil hectáreas con terrazas y otras técnicas muy beneficiosas como la siembra directa que colaboran a cuidar el suelo de la erosión hídrica. De este total, un 75 por ciento de estos campos están en buena condición de sistematización.
Esto fue producto del fomento continuo de una política pública mantenida hace más de 30 años a través de la Ley provincial de Suelos Nº8318/89-aún vigente-, que establece beneficios impositivos y desgravación al impuesto inmobiliario rural sobre el suelo productivo”.
Hay que incentivar a adoptar este tipo de prácticas a quienes no las hayan adoptado además de incentivar la rotación de cultivos, cultivos de cobertura, aplicación de fitosanitario de forma balanceada y sustentable, para lograr que la pérdida de suelos y la degradación ambiental sea la menor posible y nuestros suelos entrerrianos perduren para las futuras generaciones.
