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Contundente rechazo del sector agrícola europeo al Acuerdo con Mercosur

Las principales organizaciones agrarias europeas (Copa-Cogeca, el CEJA, la EFFAT y el GEOPA) se oponen firmemente a la ratificación de este acuerdo que la Comisión Europea tiene previsto firmar con Mercosur en la cumbre del G20 que se celebrará en Río de Janeiro los días 18 y 19 de noviembre, al considerarlo como «un hecho extremadamente preocupante para la comunidad agrícola europea» y rechazar que «se use al sector como moneda de cambio para exportar otros bienes».

Para las organizaciones agrarias europeas, el resultado global de las negociaciones UE-Mercosur «expondría al sector agroalimentario europeo a una competencia desleal con consecuencias negativas para los medios de vida, los salarios, las condiciones de trabajo y el empleo de los agricultores. Es más, el actual borrador no contribuye a elevar los estándares sociales y medioambientales en los países del Mercosur y aumenta el riesgo de ruptura de las cadenas de valor regionales en esos países».

Asimismo, critican que los trabajadores agrícolas y los agricultores no pueden aceptar que el sector agroalimentario «sea tratado como moneda de cambio para promover la exportación de otros bienes, sin tener en cuenta las graves repercusiones económicas, sociales y medioambientales que tales decisiones tienen en el sector primario».

«UNA MAYOR APERTURA A LAS IMPORTACIONES AGRÍCOLAS DE MERCOSUR, EXPONDRÍA AL SECTOR AGROALIMENTARIO DE LA UE A UNA COMPETENCIA DESLEAL ADICIONAL»

Aunque la UE se ha comprometido a alcanzar ambiciosos objetivos medioambientales, el acuerdo de Mercosur, «incluso con el protocolo adicional, no incluirá salvaguardias sólidas, vinculantes y aplicables para garantizar la protección del medio ambiente y el respeto de los derechos humanos y laborales. Esta falta de coherencia pone en peligro el objetivo general de la Unión de fomentar una transición hacia sistemas alimentarios más sostenibles».

La región de Mercosur ya ocupa una posición preeminente entre los proveedores del mercado de la UE en muchos productos básicos y «una mayor apertura del mercado de la UE a las importaciones agrícolas de Mercosur, especialmente de productos sensibles, como carne de vacuno, aves de corral y azúcar, expondría al sector agroalimentario de la UE a una competencia desleal adicional».
Al mismo tiempo, será difícil aumentar las exportaciones de productos de la UE a los países del Mercosur debido a la recesión económica de algunos de estos países. «La experiencia demuestra que, en ausencia de una fuerte demanda de los consumidores, es poco probable que el comercio actúe como motor independiente del crecimiento», señalan.

El Copa Cogeca, el CEJA, la EFFAT y el GEOPA consideran que la importancia estratégica de la agricultura y la alimentación «debería reconocerse siempre en las negociaciones comerciales, ya que la sostenibilidad económica, social y medioambiental de estos sectores es frágil y se ve fácilmente perturbada. Además, la exigencia de respetar las normas medioambientales y sociales más estrictas, incluidos los ocho convenios fundamentales de la OIT, debería ser un elemento esencial y vinculante de cualquier acuerdo comercial. Estas condiciones no se respetaron en las negociaciones de Mercosur».

Por eso reclaman que «el sector agrícola europeo necesita una nueva visión que tenga en cuenta el principio de sostenibilidad económica, social y medioambiental, la reciprocidad comercial y la transición justa, tal como se señala en el informe sobre el Diálogo Estratégico sobre Agricultura. La firma del acuerdo con Mercosur estaría en fuerte contradicción con estos principios».

Por todo esto, las organizaciones agrarias europeas piden a las instituciones de la UE y a los gobiernos nacionales «que escuchen a los agricultores y trabajadores agrícolas de Europa y detengan las negociaciones del acuerdo comercial UE-Mercosur. Los agricultores y los trabajadores del campo garantizan que todos los días haya alimentos en nuestras mesas. Merecen reconocimiento y respeto, no dumping social, competencia desleal y ser moneda de cambio».

Fuente: edairynews

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