Este domingo 2,7 millones de uruguayos están llamados a las urnas para decidir quién los gobernará durante los próximos cinco años. «No perder lo bueno, hacerlo mejor» dice la pintada en una pared. Y, la respuesta debajo: «nosotros podemos». Así conviven las consignas de la coalición de centro-izquierda Frente Amplio (FA), que gobierna Uruguay desde hace quince años, con la del Partido Nacional (Blanco) en alianza con otras formaciones de derecha y ultraderecha, horas antes del ballottage.
Uruguay celebra la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en las que el opositor Partido Nacional del candidato Luis Lacalle Pou se perfila como claro favorito a desbancar a la formación izquierdista Frente Amplio, de Daniel Martínez, en el poder desde hace 15 años.
Este domingo 2,7 millones de uruguayos están llamados a las urnas para decidir quién los gobernará durante los próximos cinco años. Un balotaje con dos opciones claras: progresismo o derecha, pero también para definir que orientación tomará el país en política internacional ante una candente situación regional.
Si Lacalle Pou se impone este domingo, pondrá fin a un proyecto de país de los últimos 15 años que mejoró, aunque con algunas limitaciones, los indicadores económicos. Así lo destacó el candidato oficialista Daniel Martínez en una entrevista a diario argentino, » somos el país más igualitario de Latinoamérica; el salario real creció un 60 por ciento; la pobreza bajó del 34 por ciento al 8 por ciento; la indigencia del 4,5 al 0,1 por ciento, universalizamos el sistema de salud».
«Hay un hartazgo del país de una sola verdad, el Uruguay quiere tolerancia, quiere muchas verdades, quiere que nos llevemos bien, no quiere un país dividido, se cansó y nos mandó un mensaje”, añadió Lacalle Pou de 46 años, abogado, ex senador y ex diputado.
En la primera vuelta, el pasado 27 de octubre, el oficialista Martínez logró un 39,75 por ciento de los votos, ante al 30.33 por ciento de Lacalle Pou, quien intentará por segunda vez llegar a la Presidencia tras un primer intento fallido en 2014 frente al actual mandatario Tabaré Vásquez, quien finalizará su mandato en marzo del año próximo.
Pese a la victoria del FA en la primera vuelta, el posible giro del electorado se cimienta en las alianzas alcanzadas entre cinco partidos conservadores y de ultraderecha, como el sorprendente Cabildo Abierto del ex general del Ejército Guido Manini Ríos, más algunos movimientos sociales de izquierda.
La variopinta coalición que apoya a Lacalle Pou, que también incluye al Partido Colorado, el Partido de la gente y el Partido Independiente, le otorgaría el caudal de votos necesarios para privar al FA, en el poder desde 2005, de continuar al frente del país más pequeño de Sudamérica después de Surinam.
En caso de victoria, Lacalle Pou se convertirá en uno de los pocos nacionalistas al frente de Uruguay en la era contemporánea, dado que en el siglo XX solo tres políticos de la formación (también conocida como Partido Blanco) fundada en 1836 llegaron al poder. El último, fue su padre, Luis Alberto Lacalle Herrera (1990-1995), quien culminó su mandato hace casi 35 años.
El pasado miércoles, los candidatos cerraron sus campañas con alusiones a la crisis en Argentina, fuertes acusaciones cruzadas y afirmando que cada uno de ellos es el único que podrá gobernar “para todos” los uruguayos.
«Uruguay está harto de gobernantes que nunca tienen la culpa de nada, y siempre ponen excusas ante el más mínimo problema», aseguró el nacionalista Lacalle Pou el miércoles en su acto de cierre de campaña en la ciudad de Las Piedras, departamento de Canelones, al norte de Montevideo.
Por su parte, el candidato del FA llamó a sus seguidores a hacer un «maracanazo”, en alusión a la mítica hazaña de la selección uruguaya de fútbol que en 1950 dio vuelta la final del Mundial ante Brasil en Río de Janeiro.
«Los invitamos al sueño de que esto sea como en el Maracaná, todo está en nuestra contra aparentemente. Todo parece que fuera a ser en nuestra contra, pero de la misma forma que tuvimos 11 leones que en Maracaná dieron vuelta la historia vamos arriba Maracaná, vamos a ganar el 24 de noviembre», expresó la semana pasada en un acto en el Chuy, ciudad fronteriza con Brasil.