Cultura

Juana Manso y sus ideas sobre educación y feminismo

Escritora, traductora, periodista, maestra y precursora del feminismo en la Argentina, Uruguay y Brasil, Juana Manso fue una de las grandes teóricas de la educación nacional. Recorremos vida y obra de una mujer fundamental, a 201 años de su nacimiento.

Escribió poesía y literatura; fue traductora de múltiples idiomas; fundó su propio periódico; creó y dirigió escuelas; digitó políticas educativas innovadoras; peleó por los derechos de las mujeres convirtiéndose en precursora del feminismo en la Argentina, Uruguay y Brasil. Sufrió el exilio, la pobreza y las dificultades de mantener sola a sus dos hijas.

Juana Paula Manso de Noronha nació en Buenos Aires el 26 de junio de 1819, hace 201 años. Tras la Revolución de Mayo eran tiempos de agitaciones políticas en el Río de La Plata. Don José Maria Manso, padre de Juana, era un agrimensor español que, enfrentado a las ideas de Juan Manuel de Rosas, se tuvo que exilar con su familia, primero a Montenvideo y luego a Brasil. La adolescencia y juventud de Juana penduló entre esos dos países donde comenzó a poner en prácticas sus ideas libertarias. En Uruguay emprendió su primer labor educativa: creó, en una habitación de su casa, el “Ateneo de Señoritas”, donde educaba las niñas de la elite montevideana. También comenzó su carrera de escritora, publicando sus poemas firmados con seudónimos en diarios de la Argentina y Montevideo.

Durante su exilio en Brasil se casó con un violinista portugués con pocos dotes musicales, por lo que emigraron a Estados Unidos y Cuba en busca de oportunidades laborales. Su estadía en Estados Unidos fue fundamental porque le permitió, a Juana, conocer los sistemas educativos en los que se inspiraría años mas tarde para diseñar políticas educativas bajo el visto bueno de Sarmiento.

JUANA PERIODISTA

Las oportunidades que buscaron en Cuba y Estados Unidos no aparecieron y de vuelta en Río de Janeiro, Juana participa como redactora en el exitoso periódico, O Jornal das Senhoras. Allí comienza a publicar sus primeros artículos en los que reflexiona sobre la esclavitud, el racismo y la necesidad de emancipación de la mujer. Esta experiencia fue el antecedente de su Álbum de Señoritas, un periódico fundado y redactado por ella misma.

Luego de la muerte de su padre, principal sostén económico de su familia, Juana decide volver a Buenos Aires. El 1 de enero de 1854 publica el primer ejemplar de su periódico Álbum de Señoritas. Periódico de Literatura, Modas, Bellas Artes y Teatros, al que encabeza diciendo:

“Todos mis esfuerzos serán consagrados á la ilustración de mis compatriotas, y tenderán a un único propósito -Emanciparlas de las preocupaciones torpes y añejas que les prohibían hasta hoy hacer uso de su inteligencia, enagenado su libertad y hasta su conciencia á autoridades arbitrarias en oposición a la naturaleza misma de las cosas. Quiero, y he de probar que la inteligencia de la muger, lejos de ser un absurdo, ó un defecto, un crímen, ó un desatino, es su mejor adorno, es la verdadera fuente de su virtud y de la felicidad doméstica porque Dios no es contradictorio en sus obras, y cuando formó el alma humana, no le dió sexo -La hizo igual en su escencia, y la adornó de facultades idénticas— Si la aplicacion de unas y de otras facultades difiere, eso no abona para que la mujer sea condenada, al embrutecimiento, en cuanto que el hombre es dueño de ilustrar y engrandecer su inteligencia; desproporcion fatal que solo contribuye á la infelicidad de ambos y á alejar mas y mas nuestro porvenir.

Y no se crea que la familia no es de un gran peso en la balanza de los pueblos, ni que la desmoralizacion y el atraso parcial de los individuos no influye en bien ó en mal de la sociedad colectiva”.

Si soy tan feliz que consigo la protección de mis compatriotas, devolveré un plan de estudios que creo apropósito para mi objetivo. Conocimientos fáciles de adquirir que estuvieron hasta hoy en el recinto del misterio y en el dominio exclusivo de los hombres y que publicados en este periódico harán más por el desenvolvimiento de la inteligencia de millares de reflexiones y de palabras”.

En Álbum de Señoritas, por primera vez, Juana firmó con su verdadero nombre: Juana Paula Manso de Noronha. Redactora y propietaria. Su lenguaje directo y politizado no contó con la aceptación deseada. El apoyo institucional y las publicidades escasearon y tuvo que abandonar el emprendimiento. Llegó a publicar ocho números.

“¡Decís, la mujer es vanidosa, voluble, falsa, ama los trapos, los brillantes, no hay que pensar en casarse porque es la ruina del hombre! ¿Y vosotros, ricos, por qué no la educáis ilustrada, en vez de criarla para el goce brutal? ¿Y vosotros, pobres, por qué le cerráis torpemente la vereda de la industria y el trabajo, y la colocáis entre la alternativa de la prostitución o la miseria?”

En “Periodismo y frustración: Álbum de Señoritas de Juana Manso”, la investigadora Leila Area analiza que, en el siglo XIX, la contribución femenina a la cultura impresa se vio potenciada por las revistas literarias y los periódicos para mujeres. Estas publicaciones tenían por objeto considerar no solo las responsabilidades domésticas sino que también revisaban conceptos sobre la belleza femenina y el patriotismo. Estas revistas dirigían su atención a la educación formal y el desarrollo moral, ya que consideraban que era una forma de saldar las diferencias que separaban a las mujeres de los hombres.

“Inútil es decir á los hombres: sois libres sino se les enseña á serlo. Es desde los tempranos días de la niñez, que se debe inspirar el amor á la justicia, el respeto de si mismo, la susceptibilidad de la conciencia que no permite transigir. El conocimiento exacto y práctico de esos mismos deberes, para que llegue un día en que no sea necesario simbolizar la ley con la bayoneta, en que los soldados tengan una única misión guarnecer nuestras fronteras de los indígenas, en que el ciudadano sea el mejor defensor del orden, respetando las instituciones oír su sola fuerza moral; á ese resultado solo se llega al pueblo”, publicaba Manso en su ejemplar número dos.

Y agregaba: “No somos utopistas (las educadoras) sabemos que el nivelamiento social es imposible ya que el dinero siempre dividirá a los hombres en clases”

JUANA EDUCADORA

“(…) la verdadera prosperidad de un pueblo, como la verdadera nobleza de los individuos, está basada en la educación. No necesito señalar su penetración y cuáles son los obstáculos a la difusión de la enseñanza. Se quiere al país sumido en la ignorancia para dominarlo mejor”.

En 1859 su amigo, el escritor José Mármol, le presentó a Domingo Faustino Sarmiento, con quien compartió sus ideas sobre la educación como vehículo de la alfabetización y la necesidad de una educación para toda la población.

Desde el Museo Histórico Nacional relatan que Sarmiento la nombró directora de la Escuela Normal Mixta N° 1, primera escuela en que ambos sexos compartían las aulas, por lo que Manso fue muy criticada y resistida por los sectores más conservadores. Desde 1865, Juana estuvo, además, a cargo de la revista Anales de la Educación Común, desde la que promovió sus ideas sobre educación popular, sobre la importancia de la creación de jardín de infantes, la profesionalización de la tarea docente y la difusión de sus ideas republicanas.

“La educación debe se costeada por todos y para todos”, redactaba en 1897 la revista Anales de la Educación Común.

Juana promovió un fuerte impulso a las bibliotecas públicas y fundó la primera biblioteca popular en Chivilcoy en el año 1866. Ante la ausencia de textos para utilizar en el ámbito educativo, Manso redactó y publicó el Compendio de la Historia de Las Provincias Unidas del Río de la Plata. Y en 1868, con la llegada de Sarmiento a la presidencia, pudo insertarse mucho mejor en el ámbito educativo y formó parte de la Comisión Nacional de Escuelas. Desde allí impulsó la creación de cooperadoras escolares y promovió el fin de las pedagogías basadas en el castigo de los niños, además de colaborar en la fundación de treinta escuelas.

“(…). No vasta aprender a leer también debe cultivar el gusto por la lectura para que ese pasatiempo venga a ayudarnos en la obra de nuestra educación propia. (…) hay niños que sin oportunidad de cultivar lo que aprendieron en la escuela lo olvidan antes de llegar a ser hombres, esa es la semilla que callo en la roca. (…)”.

Juana muere a los 55 años, en Buenos Aires, el 24 de abril de 1875.

“Juana Manso gloria de la educación. Sin ella, nosotras seríamos sumisas, analfabetas, postergadas, desairadas. Ella es el ejemplo, la virtud y el honor que ensalza la valentía de la mujer. Ella es, sin duda, LA mujer”, con estas palabras, la poeta Juana Manuela Gorriti despidió a Juana Manso en su funeral.

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