Mercosur

Tensiones soterradas: Orsi destacó flexibilidad del Mercosur, pero dejó entrever la presión de Uruguay por abrirse más al mundo

En la LXVI Cumbre de Presidentes del Mercosur, el mandatario uruguayo Yamandú Orsi resaltó la “flexibilidad” del bloque para adaptarse al mundo, pero evidenció la histórica tensión de Uruguay por avanzar hacia una apertura comercial más amplia y sin trabas regionales.

Durante la LXVI Cumbre de Presidentes del Mercosur, realizada en Buenos Aires, el mandatario uruguayo Yamandú Orsi expuso con tono optimista los avances del bloque, pero también dejó entrever, entre líneas, la vieja tensión que mantiene Uruguay respecto al alcance real de la integración regional: su necesidad estructural de ampliar mercados por fuera del Mercosur.

Ante sus pares Javier Milei (Argentina), Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil) y Santiago Peña (Paraguay), Orsi elogió la “flexibilidad” demostrada por los Estados parte para adaptarse al cambiante escenario global, y celebró los recientes acuerdos con la Unión Europea y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA). No obstante, volvió a remarcar lo que para Uruguay es casi un lema permanente: que el bloque debe ser “un paso hacia una mayor apertura al mundo”, con más puertas hacia Asia y potencialmente hacia mercados como Canadá o Corea del Sur.

“Uruguay siempre entendió al Mercosur como una etapa, no un fin en sí mismo”, deslizó el presidente oriental, en un mensaje que sonó a suave reclamo ante socios que históricamente han puesto frenos a negociaciones unilaterales. Sus palabras parecieron contrastar con la visión más proteccionista que en ocasiones exhiben Brasil y Argentina, interesados en blindar el mercado común frente a las asimetrías externas.

No faltaron, sin embargo, los gestos de consenso. Orsi subrayó que el Mercosur sigue siendo “la principal plataforma de inserción internacional para buscar soluciones a los innumerables desafíos que enfrentan nuestras sociedades”, e insistió en que la zona debe consolidarse como región de “paz, diálogo y respeto”.

Entre los acuerdos alcanzados en la cumbre destacaron los protocolos conjuntos contra el crimen organizado y los avances en materia de coordinación ante catástrofes naturales. Al cierre del encuentro, Argentina traspasó la presidencia pro tempore del bloque a Brasil, que tendrá la misión de seguir avanzando en la agenda externa.

Lo cierto es que, aunque el tono diplomático primó en Buenos Aires, la declaración de Orsi volvió a dejar sobre la mesa el dilema central del Mercosur: ¿más integración hacia adentro o más libertad para que cada país pueda firmar sus propios tratados y abrir su economía sin ataduras? El tiempo y los próximos foros dirán si esa flexibilidad elogiada por el presidente uruguayo se traducirá en la verdadera apertura que su país viene reclamando hace décadas.

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