Asegurar el crecimiento económico no es suficiente, este proceso tiene que estar acompañado por una justa distribución, indica el prólogo del documento de transición firmado por el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, que se titula: “Un país más próspero, que distribuye mejor, con una nueva matriz de protección social y con futuro”. Educación, salud y seguridad social son los tres sectores con más financiación, al que se sumó cuidados.
Si bien “el crecimiento económico es un elemento medular de cualquier estrategia a desplegar” y, además, “Uruguay ha atravesado en los últimos años por una importante etapa de expansión económica, construyendo al mismo tiempo importantes fortalezas macroeconómicas”, desde un punto de vista desarrollista, “no basta con asegurar condiciones para el crecimiento económico, sino que este proceso debe ir de la mano de una justa distribución”.
La afirmación encabeza el texto que introduce la publicación que el Gobierno actual entregó a las autoridades que administrarán el país a partir del 1.º de marzo de 2020.
El documento señala que Uruguay se caracterizó por el desarrollo de su matriz de protección social y que, a partir de 2005 y a consecuencia de la crisis de 2002, la transformación y cobertura de las políticas sociales tomaron “el impulso más importante en décadas”.
La transformación, la ampliación de la cobertura y el aumento significativo del financiamiento se observó, fundamentalmente, en los pilares tradicionales de la matriz de protección, es decir, educación, salud y seguridad social. A esto se sumó los cuidados, en especial durante el último quinquenio, como especifica la publicación.
El cambio climático, la revolución digital, la automatización, el envejecimiento poblacional, la sostenibilidad de las políticas públicas y las nuevas demandas sociales son observados por las autoridades actuales como próximos desafíos del país.
“Después de quince años, Uruguay es hoy un país más próspero, que distribuye mejor, con una nueva matriz de protección social y con futuro. Un Uruguay para todos y todas”, concluye el prólogo.