La gigante de la industria avícola, Granja Tres Arroyos, se sumó a la ya larga lista de empresas que iniciaron este 2025 con despidos, la compañía desvinculó a cerca de 70 trabajadores solo en las últimas horas, y amenaza con reducir la planta de personal a la mitad.
La situación en Granja Tres Arroyos, principal productora avícola de Argentina, atraviesa un momento crítico: La empresa despidió recientemente a 70 trabajadores de su planta en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, y ahora amenaza con otros 400 despidos más, según denunció el Sindicato de Trabajadores de la Alimentación.
La principal firma avícola de Argentina que opera ocho plantas de producción y faena alrededor de 700.000 pollos por día, con una facturación anual estimada en u$s1.300 millones, justifica su decisión en una crisis. Con esa premisa, en diciembre del año pasado la empresa solicitó ante la secretaria de Trabajo la apertura de un Procedimiento Preventivo. Alegaron que el cierre del mercado chino para la exportación de sus productos complicó toda su operatoria. En aquel entonces ya había cerrado una de sus plantas de producción localizada en Tristán Suárez y solo una parte de sus trabajadores había sido relocalizada.

Esta semana las malas noticias llegaron en forma de telegrama de despido a sus trabajadores de su planta localizada en Concepción del Uruguay, provincia de Entre Ríos. En este marco, Miguel Ángel Klenner, secretario general del gremio, advirtió en declaraciones radiales sobre la gravedad del conflicto: «La empresa utiliza los despidos como presión para imponer condiciones laborales inaceptables. Quieren reducir la plantilla de faena de 800 a 400 empleados, precarizando el trabajo».
Frente a las cámaras de C5N, uno de los trabajadores expresó: “Es todo incertidumbre, esta ciudad es chica y no hay trabajo”. Además, advirtieron que, pese a la alta rentabilidad de la empresa, las condiciones de trabajo son insalubres y los salarios muy bajos ($600.000 en promedio). Otro de los despedidos advirtió que se trata de “un apriete para que el sindicato firme el preventivo de crisis y, de esa manera, rompan las leyes laborales”, en consonancia con lo expresado por el titular del Sindicato de la Alimentación de Concepción del Uruguay, y recordó que esto ya ha pasado en otras plantas ubicadas en la provincia de Buenos Aires, donde el único objetivo de la empresa es bajar costos vía la precarización laboral. Por último, otro joven denunció: “Ellos no están en crisis. Los empresarios se llenan los bolsillos porque nosotros les hacemos el trabajo y ahora nos echan como perros”.

«Hoy vine como todos los días a las 3 de la mañana y me encuentro que tenía restringido el paso. Cerca de las 10 de la mañana ya tenía el telegrama en casa. Dentro de dos meses voy a cumplir 7 años en la empresa», contó un operario al canal ‘C5N’, y aseguró que en el último salario ya contaron con la reducción del 50% de su sueldo. Otro de los empleados, aseguró que «es una situación desgarradora» para todas las familias y aseguró que «es mentira que están en una crisis que tiene. Está todo fabricado para que le firmemos y trabajemos por dos mangos. Para después volvernos a contratar y pagarnos la mitad del sueldo».
«Yo soy el sostén de mi familia, el único ingreso. Nos echaron injustificadamente, por eso estamos acá peleando. Queremos volver a trabajar, no es queremos la plata y nos indemnicen al 100, solo queremos trabajar», agregó otro.
Ante esto, la Secretaría de Trabajo de la Nación dispuso la conciliación obligatoria durante 15 días, desde el lunes 27 de enero, y una audiencia prevista para el 3 de febrero. Durante el proceso, la empresa deberá reincorporar a los obreros y garantizar el funcionamiento normal de la planta. Un gran paso.