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Por la caída de las ventas, Cámara de supermercados de Concordia advierte que “se hace muy difícil sostener las estructuras”

La presidente de la Cámara de Autoservicios y Supermercados de Concordia (CASCO), Laura Kobrinsky, aseguró que hay una notable retracción en las ventas e indicó que los consumidores compran menos unidades y se enfocan en productos en promoción, lo que afecta la rentabilidad de los supermercados.

Ante esto, advirtió sobre la dificultad de mantener el personal y las estructuras de funcionamiento debido al aumento de los costos fijos. Señaló también cambios en los hábitos de consumo, con menor preferencia por las marcas y mayor uso de tarjetas de crédito para compras cotidianas.

En declaraciones al programa “Lo que queda del día”, por Oíd Mortales Radio, Laura Kobrinsky, presidente de la Cámara de Autoservicios y Supermercados de Concordia (CASCO), aseguró que la caída de las ventas en el sector que representa “tiene el mismo impacto que tiene esta crisis en los distintos formatos de comercialización y en las distintas regiones del país”.

Indicó que “la caída es fuerte, la retracción se nota, los clientes compran menos unidades de producto. Por ahí tienen más frecuencia en el mes, pero con menos unidades y con una compra más planificada, más pensada y ajustada a lo que pueden afrontar en el momento, así como a las ofertas y oportunidades que encuentran en el momento de hacer la compra”.

Advirtió que “muy posiblemente hay algunos cambios de menú sobre la marcha, en función de lo que tenían planificado comprar y una promoción por ahí que encontraron en el camino. Eso, supongo, que se da en todas partes, en todos los canales de comercialización. Uno por ahí llevaba el dinero para comprar un producto y encontraste alguno que consumís en promoción y llevás dos unidades de eso y cambiaste el menú, porque no te alcanza”. También compras de principio de mes “más chicas de las que veíamos muchas veces con el carro lleno”.

Dijo que “no solamente hubo cambios en cuanto a los hábitos de consumo, en cuanto al tipo de producto, sino también en las marcas. Las marcas tienen menos preponderancia que en otro momento, porque lo que por ahí lo que define la decisión de llevar un producto u otro es a veces el precio, ya no es tan marcado el buscar determinadas cualidades en un producto, sino que mientras cumpla los requisitos mínimos, la gente lo lleva”.

Precisó que “la yerba, por ejemplo, es un producto en que el argentino siempre fue muy marquista, que llevaba una marca específica y que le costaba cambiar su marca de yerba. Bueno, ahora es diferente. Hoy, fundamentalmente, la yerba que encuentra en promoción es la que consume, la que lleva a la casa. Por supuesto que esto no pasa con todos los clientes que consumen yerba ni en todos los productos. Hay gente que sigue eligiendo las marcas, pero hay una mayor concentración de ventas en los productos promocionados, más allá de las marcas”.

Acerca de cómo ha impactado todo esto hacia adentro de los supermercados dijo que “el panorama es muy complejo, la verdad que si bien estamos en un rubro que podemos decir que es “privilegiado”, en el sentido que aún en momentos así no se corta el abastecimiento de productos a las casas, la gente tiene que consumir igual, pero de cualquier modo se nota mucho la caída en el consumo”.

Advirtió que “se vende menos, se da esta elección de los productos de oferta, que son productos que tienen menor marginación por parte nuestra y esto hace que la rentabilidad sea menor al momento de hacer cuentas y tener que afrontar los gastos fijos; que además, contrariamente a lo que viene pasando con las ventas, han crecido. Los servicios han subido mucho, los costos son mayores. Entonces mantener la dotación de gente se nos hace cada vez más difícil, por eso uno tiene la expectativa de que esto revierta rápido, porque de no ser así se hace muy difícil sostener las estructuras”. Respecto de las expectativas de que ese cambio se produzca respondió “soy optimista por naturaleza y tengo expectativas de que puede cambiar…”.

“Naturalmente uno tiene la esperanza de que las cosas van a cambiar, -agregó- porque también es verdad que en muchos productos no sólo no aumentaron los precios, sino que muchos retrotraen listas o bien hay precios con mayores bonificaciones que hace dos meses, entonces los precios, algunos al menos, empiezan a descender. Si a esto le sumamos que los sueldos puedan tener una actualización, aunque sea mínima, de a poco, para que la gente vaya teniendo un poder adquisitivo más parecido al que solía tener, seguramente el consumo va a crecer rápidamente”.

Insistió con que “hoy la gente se cuida mucho en lo que pone en el carrito. No es que antes llevaba de más y ahora lleva de menos. Entonces, seguramente si mejora, aunque sea levemente, el poder adquisitivo esto va a impactar positivamente en la compra”.

COMPRAS PROMOCIONADAS

“Lo que queda del día” le preguntó a Kobrinsky si las promociones y bonificaciones dan resultado en un contexto como el actual y respondió que “en cuanto a lo que son las promociones y lo que significa llevar más de una unidad para poder ser beneficiario de esa oferta o de esa propuesta, yo desde mi empresa, desde Supermercado Modelo, no soy partidaria, porque en un momento donde la gente está con muy poca disponibilidad, es muy difícil hasta incluso plantearse esto de llevar dos productos”.

Agregó que “entonces me parece que es un beneficio con mucho dolor, podríamos decir, para el que lo tiene que consumir, y ahí me parece que no vale la pena”. Explicó que “si por ahí apenas te alcanza para llevar uno, tener que llevar dos para que te salga más barato pesa un poco. Entonces yo creo que en estos momentos uno tiene que ser responsable y ofrecer el mejor precio posible por unidad, es el esfuerzo que por ahí uno hace para facilitarle, para acompañar el esfuerzo del cliente precisamente”, reflexionó. Aclaró que “a eso lo digo desde nuestra empresa, por ahí otros tienen otras formas u otras estrategias de comercialización”.

Con respecto a la formas de pago, reveló que “hoy en una misma compra hay dos o tres medios de pago. Puede ser alguna billetera virtual, tarjeta y algo en efectivo, o todo de la misma manera. A veces hay dos tarjetas distintas. La realidad es que a veces una no tiene saldo y se intenta con otra, es muy complicado todo esto para la gente”.
Admitió que en otro contexto económico “la tarjeta de crédito se usaba para comprar determinados bienes y hoy muchas veces la gente compra en el supermercado a tres cuotas”.

Dijo también que es posible observar una reducción de los márgenes de remarcación en los distintos puntos de la cadena de comercialización “pero no puedo decir si es algo que llegó para quedarse o es algo puntual. Por la retracción de ventas que hay y la necesidad que la gente tiene de llegar a un punto de equilibrio entre lo que es la venta y los gastos”, expresó.

Y agregó que “también tiene que ver, hay una realidad, con la fecha de vencimiento de los productos. Entonces, cuando algo está muy tranquilo mucho tiempo y te corre la fecha de vencimiento, accionás con más agresividad. También eso puede estar pasando”, advirtió.

PRECIOS EXAGERADOS

Opinó que “tal vez puedo estar equivocada, pero creo que la industria se equivocó en el cambio de gestión, pensando que por ahí iba a haber precios congelados y demás. Y hay precios de diciembre que han bajado en abril. No sólo no aumentaron, sino que bajaron en abril. Es más, me doy cuenta que esas cosas han pasado porque la baja fue en abril, pero ya en marzo tenían bonificaciones. Cuando vieron que esto se mantenía, sacaron las bonificaciones y bajaron el precio directamente. Entonces, yo creo que se está sincerando un poco el panorama. Muchos precios estaban exagerados”.

Respecto de qué pasó con la facturación en términos reales de un año a otro, Kobrinsky declinó hacer una estimación porque “porque nosotros no medimos unidades de venta. Medimos pesos. Entonces, tal vez lo podemos calcular por aproximación respecto de lo que es un año contra el año anterior, sumándole la inflación, y ahí vemos como estamos. Pero no tenemos unidades”, no obstante aseguró que “la retracción es importante. Yo, lo que vengo leyendo de los artículos, por ejemplo, el mes pasado se habló de un 8% de caída en el sector. Y supongo que ahí sí están hablando de unidades. Pero es muy importante la caída, sin ninguna duda. Incluso esto es, podemos decir, desde una mirada optimista”.

Fuente: Redes de Noticias

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