Previamente, dijo que EE.UU. ha «establecido como objetivo 52 sitios iraníes, […] algunos de muy alto nivel y muy importantes para Irán y la cultura iraní», que «serán golpeados muy rápido y muy duro» si intereses o ciudadanos estadounidenses son atacados por Teherán.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha reiterado este domingo su amenaza de bombardear objetos de valor cultural iraníes en respuesta a los ataques a ciudadanos de EE.UU. por parte de Irán.
«[A los iraníes] se les permite matar a nuestra gente. Se les permite torturar y mutilar a nuestra gente. Se les permite usar bombas en la carretera y hacer estallar a nuestra gente. ¿Y no se nos permite tocar sus objetos culturales? No funciona de esa manera», ha dicho Trump, a los periodistas a bordo de su avión.
El 4 de enero, el mandatario ha anunciado que EE.UU. había «establecido como objetivo 52 sitios iraníes (que representan a los 52 rehenes estadounidenses que Irán tomó hace muchos años), algunos de muy alto nivel y muy importantes para Irán y la cultura iraní» que «serán golpeados muy rápido y muy duro» si intereses o ciudadanos estadounidenses son atacados por Teherán.
Previamente este domingo, el inquilino de la Casa Blanca ha tuiteado que «si Irán ataca a cualquier persona u objetivo de EE.UU., EE.UU. responderá rápida y completamente, y tal vez de manera desproporcionada».
El mismo día, en una entrevista a la cadena ABC, el secretario de Estado, Mike Pompeo, declaró que Washington se comportará en Oriente Medio «legalmente» y «dentro del sistema». Así respondió a la observación del presentador George Stephanopoulos, quien señaló que la destrucción intencional de objetos de patrimonio cultural puede ser considerada un crimen de guerra.
«Crimen de guerra»
Stephanopoulos no es el único que duda de legalidad de tales amenazas. La organización internacional Human Rights Watch ha emitido este domingo un comunicado en el que explica el carácter delictivo de la hipotética medida.
«Las leyes de la guerra prohíben los ataques deliberados contra objetos civiles que no se utilizan con fines militares. […] El artículo 53 del Protocolo I de los Convenios de Ginebra prohíbe específicamente cualquier acto de hostilidad contra los objetos culturales. […] El Manual de la Ley de Guerra de los EE.UU. (2016), que contiene amplias disposiciones relacionadas con la protección de los bienes culturales, incorpora esta disposición a la legislación estadounidense. EE.UU. también es parte en la Convención de La Haya para la Protección de los Bienes Culturales en caso de conflicto armado (1954), que prohíbe de manera similar tales ataques», señala la organización.
«La amenaza de Trump de atacar el patrimonio cultural de Irán muestra su insensible desprecio por el estado de derecho global», cita el texto a la directora de HRW en Washington, Andrea Prasow, que llama al mandatario estadounidense a «retirar públicamente sus amenazas contra los bienes culturales de Irán y dejar claro que no autorizará ni ordenará crímenes de guerra».
«Ya sea negándose a condenar el brutal asesinato del disidente saudí Jamal Khashoggi o perdonando a criminales de guerra condenados, Trump ha mostrado poco respeto por los derechos humanos como parte de la política exterior de EE.UU.», afirma Prasow.
La amenaza de Trump no ha pasado desapercibida por los políticos estadounidenses. La congresista Alexandria Ocasio-Cortez ha calificado en un tuit los posibles ataques como «crimen de guerra» y ha asegurado: «Amenazar con apuntar y matar a familias, mujeres y niños inocentes, que es lo que estás haciendo al apuntar a objetos culturales, no te convierte en ‘un tipo duro’. […] Te convierte en un monstruo».
«Está amenazando con cometer crímenes de guerra. No estamos en guerra con Irán. El pueblo estadounidense no quiere una guerra con Irán. Esto es una democracia. No puede comenzar una guerra con Irán, y sus amenazas ponen a nuestras tropas y diplomáticos en mayor riesgo. Deténgase», tuiteó la política.
Espiral de crisis
- El 27 de diciembre un contratista civil estadounidense murió y cuatro militares resultaron heridos en un ataque con misiles a una base militar de EE.UU. en Irak
- El 29 de diciembre, EE.UU. bombardeó las bases de la milicia chiita proiraní Kataib Hezbolá. Al menos 25 militantes fallecieron
- El 31 de diciembre, una multitud asaltó la Embajada de EE.UU. en Bagdad. Trump acusó a Irán de «orquestar el ataque» y advirtió que Teherán «pagará un precio muy grande» por la acción
- El 2 de enero, 12 personas, entre ellas el prominente general iraní Qassem Soleimani y el líder de Kataib Hezbolá y de las Fuerzas de Movilización Popular, Abu Mahdi al Muhandis, murieron en un ataque aéreo de EE.UU. El Pentágono asumió la responsabilidad del asesinato.
- El 3 de enero, el presidente iraní, Hasán Rohaní, declaró que «Irán y otros países que buscan la libertad en la región se vengarán»
- El 4 de enero, Trump anunció que EE.UU. ha «establecido como objetivo 52 sitios iraníes […] algunos de muy alto nivel y muy importantes para Irán y la cultura iraní», y prometió que «serán golpeados muy rápido y muy duro» si intereses o ciudadanos estadounidenses son atacados por Teherán
- El 5 de enero, el Parlamento iraquí aprobó una resolución que pone «fin a la presencia de tropas extranjeras en suelo iraquí» y les prohíbe «usar su suelo, espacio aéreo o aguas por cualquier razón»
- En respuesta, Trump amenazó con imponer «sanciones como nunca antes han visto» en el caso de una retirada forzada de los militares estadounidenses del territorio iraquí