El presidente Alberto Fernández y el Alto Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, Josep Borrell Fontelles, se reunieron en Casa Rosada, donde analizaron los desafíos globales y coincidieron en el interés mutuo de fortalecer la relación bilateral y regional.
La Argentina y la Unión Europea (UE) ratificaron la convicción común de “fortalecer las relaciones bilaterales y regionales”, como objetivo “estratégico” para el intercambio científico y tecnológico, la defensa del medio ambiente y para afrontar las consecuencias de la guerra en Ucrania.
Así quedó expresado durante una audiencia de trabajo bilateral que mantuvieron en el Palacio San Martín el Canciller, Santiago Cafiero, y el Alto Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, Josep Borrell Fontelles, quien inauguró así sus actividades en Buenos Aires y continuó con un encuentro con el presidente Alberto Fernández.
La reunión entre Fernández y Borrell se realizó en el despacho presidencial de Casa Rosada, donde analizaron los desafíos globales y coincidieron en el interés mutuo de fortalecer la relación bilateral y regional, previo a la III Cumbre de Cancilleres de la Comunidad de Estado Latinoamericanos y Caribeños (Celac) con sus pares de la Unión Europea (UE) que se desarrollará el jueves próximo en el Centro Cultural Kirchner (CCK), convocado por la Argentina con el objetivo de reforzar el diálogo birregional.
El Alto Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, aseguró que “es difícil que Europa sea geopolítica si no se compromete mucho más con América latina”, e instó a los países del bloque comunitario a acelerar el acuerdo birregional con el Mercosur, porque “en política y en economía los vacíos se llenan”.
Borrell hizo esta aseveración al advertir la presencia de China en la región como el “principal socio comercial de todos los países latinoamericanos”.
“En política y en economía los vacíos se llenan. El papel que no juegue la Unión Europea lo jugarán otros actores, y es evidente que China es uno de ellos”, dijo Borrell consultado por Télam por unas declaraciones que hizo en Montevideo, en las que afirmó que los europeos están “plenamente” comprometidos en concretar con el Mercosur un acuerdo birregional de asociación, que incluye el libre comercio, y que, según advirtió, debería alcanzarse antes de que “otros actores intervengan”.
En una rueda de prensa tras mantener esta tarde una reunión bilateral con el canciller argentino, Santiago Cafiero, en el Palacio San Martín, el alto representante europeo apoyó su diagnóstico y la necesidad de que la UE acelere el acuerdo con el Mercosur en el hecho de que “China es en este momento el principal socio comercial de todos los países latinoamericanos”, aunque remarcó las ventajas comparativas que, a su criterio, tendría para los países del Conosur una asociación con Europa.
Al respecto, apuntó que si bien China “compra, los europeos invertimos”, para luego remarcar que Europa “no compra tanto, pero invertimos muchísimo más”.
“Europa ha invertido en estos últimos 30 años en América Latina más que en China, Rusia, Japón e India juntos”, graficó Borrell, “para que se haga una idea de cuántos huevos hemos puesto en la cesta latinoamericana”.
En ese sentido resaltó el rol del denominado Global Gateway (Puerta Global), puesto en marcha por la Comisión Europea y la Alta Representante de la UE con el objetivo de impulsar vínculos inteligentes, limpios y seguros en los sectores digital, energético y del transporte, así como para potenciar los sistemas de salud, educación e investigación en todo el mundo.
Según el sitio oficial de la Unión Europea, el Global Gateway “es la manera en la que la UE va a contribuir a reducir el déficit de inversión en todo el mundo, una estrategia que se ajusta al compromiso que adquirieron los líderes del G-7 en junio de 2021 de poner en marcha una asociación de infraestructuras transparente, basada en valores y de alto nivel para satisfacer las necesidades mundiales de desarrollo de infraestructuras”.
La Global Gateway también es plenamente conforme con la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible, así como con el Acuerdo de París.
“Queremos seguir invirtiendo, hemos puesto en marcha aquello que llamamos Global Gateway para que nuestros bancos, nuestros estados y nuestras instituciones financien más las infraestructuras, las estructuras digitales y la cohesión social; no por generosidad, sino porque está en nuestro propio interés”, dijo Borrell a Télam, y evaluó: “Es difícil que Europa sea geopolítica si no se compromete mucho más con América Latina”.
En otro orden, Borrell destacó a la Argentina por su “dimensión y peso muy importante”, y remarcó que el país “suministra muchos bienes muy necesarios a Europa y al mundo”, además de remarcar que “tiene también una ventana de oportunidad económica” en su producción energética”.
El canciller europeo remarcó que “Argentina hoy preside el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas”, y, tras recordar que inició su estadía en Buenos Aires con una visita al Parque de la Memoria, sostuvo que “este es un país que ha superado la herencia dramática de la dictadura y ha sido capaz de construir una nueva unidad una reconciliación”.
Consultado al respecto por Télam, Borrell se refirió a la iniciativa -gestada por el presidente de Francia, Emmanuel Macron y aún en estado embrionario- que busca una intervención conjunta de mandatarios de varias regiones del mundo que ejerza presión por una apertura del diálogo entre Rusia, Ucrania y sus aliados de la OTAN, que ponga fin a la guerra.
La iniciativa internacional que es también impulsada por el presidente Alberto Fernández, entre otros jefes de Estado, pretende así restablecer el suministro de bienes y calmar la tensión de precios en el mundo fruto del conflicto bélico.
“La Unión Europea apoya todos los intentos de conseguir un alto al fuego y unas negociaciones de paz”, respondió Borrell sobre la propuesta, aunque advirtió que la posibilidad de una salida dialogada y pacífica de ese conflicto “depende críticamente de que quien ha empezado la guerra esté dispuesto a acabarla”.
“Hasta ahora todas las respuestas han sido negativas. Que la comunidad internacional, la latinoamericana, la europea, tome iniciativas… nosotros estamos absolutamente a favor. Somos una fuerza de paz, estamos apoyando a Ucrania a que se defienda de una agresión”, evaluó, y añadió: “Sabemos que todas las guerras se acaban con una negociación, con un alto el fuego, por lo tanto, con las llamadas al alto el fuego y la búsqueda de una paz negociada todos los lideres europeos van a estar de acuerdo, pero mientras esto no ocurra tenemos que seguir defendiendo a un país a que se defienda de la agresión”.
