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Muere Rosario Ibarra, reconocida activista mexicana por los derechos humanos

La reconocida activista mexicana por los derechos humanos Rosario Ibarra, pionera en la lucha de la madres que buscan a sus hijos desaparecidos, falleció este sábado a los 95 años en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, norte de México, informó el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador.

“Mala noticia: murió doña Rosario Ibarra de Piedra, quien nos recordará siempre el más profundo amor a los hijos y la solidaridad con quienes sufren por la desaparición de sus seres queridos”, anunció el jefe del Ejecutivo en su cuenta de Twitter.

En 1982, Doña Rosario —como era conocida en los movimientos de izquierdas y defensores de los derechos humanos—, fue candidata a la presidencia por el desaparecido Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT, 1979-1996), de inspiración trotskista, basado en las ideas de uno de los dirigentes de la revolución rusa, León Trotski.

“A nosotros nos apoyó en todo momento y nunca olvidaré que mi madre votó por ella para presidenta de la República. Abrazo a sus hijos y a sus muchísimos seguidores y amigos”, escribió el gobernante en otro tuit.

En busca de su hijo

Desde noviembre de 1973, la hija de un militar combatiente de la revolución mexicana de principios del siglo XX buscó a su hijo, un militante clandestino de la rebelde “Liga Comunista 23 de Septiembre”.

Jesus Piedra Ibarra fue detenido a los 21 años en Monterrey, polo industrial del norte del país, donde estudiaba medicina en la Universidad Autónoma de Nuevo León.

“Mi vía crucis comenzó el 25 de noviembre de 1973, cuando Jesús tuvo que ir a la clandestinidad porque lo comenzaron a perseguir; hubo un tiempo en que no supe nada de él porque tenía que esconderse, hasta que lo encontraron, lo trajeron al Campo Militar Número Uno y borraron su pista”, relató en una entrevista en 2008.

Fue acosada por la policía política de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad, que incluso la detuvo junto con su esposo, para ser interrogados sobre su hijo.

Para emprender su búsqueda, el 17 de abril de 1977 fundó el primer Comité Pro Defensa de Presos, Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos de México, mejor conocido como “Comité Eureka”.

Doña Rosario respaldó las tres campañas presidenciales de Cuauhtémoc Cárdenas al frente de una coalición de centroizquierda (1988, 1994 y 2000) y al actual presidente Andrés Manuel López Obrador desde 2006, cuando fue elegida al Senado en 2006.

El 23 de octubre de 2019 recibió el máximo galardón que otorga el Senado por servicios a la nación, la Medalla Belisario Domínguez.

En aquella ocasión, rechazó la medalla y la entregó al presidente López Obrador, a quien le pidió preservar la presea para que se la devolviera algún día “con la verdad” sobre los desaparecidos.

“No quiero que mi lucha quede inconclusa, es por eso que dejo en tus manos la custodia de este preciado reconocimiento”, dijo en una carta.

En la ceremonia solemne en el Senado expresó al jefe de Estado: “Querido y respetado amigo, no permitas que la violencia y la perversidad de los Gobiernos anteriores siga acechando y actuando desde las tinieblas de la impunidad y la ignominia, no quiero que mi lucha quede inconclusa”.

Ibarra de Piedra encabezó las primeras huelgas de hambre para pedir amnistía por los presos políticos y fue cuatro veces candidata al Premio Nobel de la Paz.

Los secuestrados y desaparecidos durante la llamada ‘guerra sucia’ mexicana de los años 1970 y 1980, suman más de 700, dependiendo de la fuente.

Un reciente informe de la ONU señala que organizaciones criminales y funcionarios públicos cómplices son responsables del creciente número de desapariciones forzadas, que ya suman más de 95.000 personas en México, con 8.000 casos nuevos cada año en los últimos cinco años.

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